Descubrir que tus conversaciones, fotos o textos han sido desparramados por Internet para que todos los vean no sólo están invadiendo tu privacidad, sino que también puede ser dañino para tu vida personal y subsistencia.

Evita ser víctima de hackers de celulares protegiendo tus contraseñas y desconfiando de cualquiera que pudiese querer dañar tu reputación.

Mentalidad proactiva de Protección: Esto no se trata de paranoia, sino de aceptar la realidad de que en ocasiones hay personas en tu vida que podrían desear violar tus detalles personales por malos motivos. Por ejemplo, personas con las que hayas tenido problemas, a las que ya no quieras, a las que no les haya gustado algo que dijiste o hiciste, o amigos que se hayan vuelto decididamente hostiles por uno u otro motivo. Con toda la buena voluntad del mundo, no puedes predecir cómo resultarán algunas relaciones, así que sé cuidadoso de cuidar adecuadamente tu información personal.

Usa contraseñas. Podrías sentirte seguro sabiendo que nunca compartes nada de lo que valga la pena inventar un chisme; sin embargo, igual te sentirás violado si alguien hackea tu cuenta y sabes que una contraseña podría haber detenido a esa persona. Lo que es más, no se trata sólo de tu información, también puede tratarse de información confidencial que otros hayan compartido contigo en ocasiones. Y luego siempre existe la posibilidad de que te roben tu información financiera, que sea transferida de tu cuenta a otra por SMS.

No compartas las contraseñas con nadie más. Aun cuando hagas una excepción con alguien en quien confíes profundamente para que te ayude en un problema, tal como tu pareja, cambia la contraseña después de que te hayan ayudado.

No compartas las contraseñas de tu teléfono con nadie en tu trabajo o en contextos sociales. Cubre tu teléfono cuando estés entrando contraseñas en público.

No programes contraseñas dentro de tu teléfono.

No guardes datos privados en tu teléfono por un periodo largo de tiempo. Si y cuando los hacker comprometen tu cuenta de correos, los datos se te perderán, probablemente de manera permanente, y ni siquiera volver a programar una contraseña y entrar en tu cuenta te dará acceso a la información que tenías antes.

Guarda siempre una copia de respaldo de la correspondencia importante, archivos adjuntos o fotos que tengas en tu teléfono inteligente en otra parte, como por ejemplo PC, laptop o tableta.